¡Pero cuidado! No te me duermas en los laureles, que para la próxima cita necesito que me digas que todo fue a pedir de boca. O por lo menos que si se te cierran los párpados, sea para soñar que ese cambio es posible y tangible.
Chilenismos, anécdotas, aventuras y desventuras y demás despropósitos de un gaditano que un día hizo la maleta y se fue al hemisferio Sur buscando vivir otra realidad. Ni mejor ni peor, sólo distinta.
Ruta
El largo camino hasta Buenos Aires
jueves, 1 de abril de 2010
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